(Amazona vittata)
Descripción: La cotorra puertorriqueña o “iguaca” (como la llamaban los taínos) es un ave verde brillante con una banda roja en la frente, un anillo blanco alrededor del ojo y las plumas primarias azules. Los juveniles son bastante parecidos a los adultos. Tanto hembras como machos son parecidos y miden aproximadamente doce pulgadas.
Información biológica: La cotorra puertorriqueña llega a edad reproductiva en aproximadamente 3 a 5 años. Las cotorras normalmente forman parejas que duran mucho tiempo. Las parejas permanecen juntas casi todo el año, excepto cuando la hembra está incubando y el macho asume la responsabilidad de proveer alimento. La cotorra construye su nido en cavidades que se encuentran en árboles de gran tamaño como el palo colorado ( Cyrilla racemiflora ). El anidaje comienza en los meses de febrero y marzo, hasta junio. El anidaje ocurre en el periodo más seco del año y durante el periodo de fructificación de la palma de sierra, ya que su fruta es su alimento principal durante la época de reproducción.
Distribución: La cotorra puertorriqueña, ave endémica a Puerto Rico, fue abundante en toda la isla y también en las islas de Culebra, Vieques y Mona. Se estima que cuando los españoles colonizaron a Puerto Rico la población de cotorras alcanzaba el millón de individuos. Actualmente se encuentra solamente en el Bosque Nacional del Caribe (conocido como “El Yunque”) en el noreste de la isla, Rio Abajo y hay varios individuos en cautiverio.
Amenazas: La dramática reducción en el número de cotorras para fines del siglo XIX se debió principalmente a la deforestación para agricultura, la cual eliminó extensas areas de bosque maduro. Ya para la década de 1940 la única población de la cotorra puertorriqueña se encontraba en la Sierra de Luquillo, conocida popularmente como “El Yunque”, al este de Puerto Rico. Entre las causas de la reducción dramatica se incluyen la destrucción de hábitat, la caza ilegal y la competencia por cavidades con especies como el zorzal pardo. El huracan Hugo tuvo gran impacto en la población de la iguaca, reduciendo su población silvestre de 47 individuos a 22 individuos.
Medidas de Conservación: La cotorra puertorriqueña fue designada como especie en peligro de extinción en el año 1967. En 1968 se inició un esfuerzo cooperativo entre el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales para recuperar esta especie. El mismo incluyó un programa de propagación en cautiverio que continúa hasta el presente. Otras actividades de recuperación incluyen la construcción de cavidades artificiales tanto para la cotorra puertorriqueña como para el zorzal pardo y la observación de nidos para evitar la depredación y para asegurar el desarrollo normal de los huevos y pichones.
La población en cautiverio se mantiene para varios propósitos: para reproducir cotorras y aumentar su número para asegurar poblaciones adicionales, particularmente en el caso de una catástrofe natural tal como un huracán y para eventualmente poder proveer aves para reintroducidas a los bosques donde habitaban. Actualmente hay cerca de 50 individuos en cautiverio en el aviario de Luquillo.
El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales construyó un aviario en el Bosque Estatal de Río Abajo para mantener una segunda población de cotorras en cautiverio. En mayo de 1993 se trasladaron 10 aves de Luquillo a Río Abajo para reproducidas y establecer una nueva población.
Esta información es adaptada de una hoja informativa publicada por el Fish and Wildlife Service.